Que un señor mate a su madre decapitándola le pone los pelos de punta a cualquier bien nacido. La noticia en sí, no requería de un tratamiento sensacionalista por parte de los medios para que llamase la atención, ya reunía todos los requisitos. Las imágenes de esa madre pidiendo ayuda y vaticinando su propio destino reabrieron un viejo debate en los medios referente a las personas que padecen esquizofrenia. Este debate gira en torno a las medidas necesarias para evitar que esto se repita (lógico). Evidentemente las medidas propuestas en este debate, no tienen que ver con programas de integración (aunque sea un factor determinante en la evolución de la enfermedad) no, tienen que ver con medidas de CONTROL; unas voces piden la “creación de centros especializados para atender a estas personas” y otras la posibilidad de medicar a los enfermos en contra de su voluntad.
Centros especializados en atención a personas con psicosis ya existen, lo que no existen son centros especializados en encerrar a personas con psicosis… se llamaban manicomios, costó un güebo cerrarlos, y bien cerrados están. Aquello de medicar contra la voluntad podría parecer más lógico, y teniendo en cuenta que a muchos médicos aquello del consentimiento informado ya les escocía (¿Cómo que los pacientes pueden tomar decisiones sobre su propia salud? las decisiones las tendré que tomar yo, ¡¡que para eso estudié ocho años!!) no es extraño que se planteara este tema. No sería mala solución, si no fuera porque implicaría pasarse eso de la “libertè “ por el arquè de triunfè.
Seguro que muchos pensarán - claro…, está bien la alegación por los derechos humanos de los enfermos y demás pero; si el derecho a la libertad de unos, compromete el derecho a la vida de otros ¿no se debería restringir el primero? - Estoy totalmente de acuerdo, y en principio parece que podría ser así, los medios de comunicación en seguida relacionaron el presente caso con el caso de la doctora que matara a tres personas en la clínica en la que trabajara, lo que dio una sensación de gran incidencia, a pesar de que este hecho sucedió ¡hace cinco años! También nos dijeron que 1 de cada 100 homicidios cometidos en España son protagonizados por personas con esquizofrenia. Este dato sería relevante si no fuera porque exactamente 1 de cada 100 personas padecen esquizofrenia, podría decirse de otra manera, 99 de cada 100 homicidios son cometidos por personas que no padecen esta enfermedad. Por eso, aquellos que en su momento pensaron… –Si ya sabían que estaba loca ¿¡cómo es que estaba trabajando con más gente!? (¡eso! ¡que los encierren! ¡a la leprosería con ellos!) que piensen que si comparten lugar de trabajo con una persona con este diagnóstico y 6 personas “sanas”, existen 6 posibilidades más de que sean asesinados por un “cuerdo” con mala leche que por un enfermo mental.
También podríamos pensar ¡es que hay algunos que se niegan a medicarse! ¡si estuvieran compensados no abría problema!; más números: 1 de cada 4 personas trastornos psicóticos abandona el tratamiento antes de los 15 días, 2 de cada 4 lo abandonan antes de que se cumpla el primer año de tratamiento y 3 de cada 4, lo hacen antes del segundo año. Es decir, el 75% de las personas con más de dos años de evolución, no toman el tratamiento de un modo regular. Por lo que, suponiendo que el 25% de personas “correctamente medicadas” fuesen menos peligrosas que la población general “sana” (algo difícil), el 75% restante no tendrían una peligrosidad significativamente mayor que la población restante.
Podríamos pensar que hay una diferencia cualitativa entre fallecer víctima de un ritual de exorcismo del desequilibrado de turno en pleno delirio, o que te cosa a puñaladas uno de esos de “la maté por que era mía”, o que te abran la cabeza cuatro pelaos por ser negro, o que te quemen a lo bonzo dos niños de papá en el cajero en el que te guardas del frío, o que te envista un gilipollas con apodo de futbolista que quiere demostrarle a otro niñato que a su edad, tiene pasta para comprarse un Audi y pagarse las fianzas que hagan falta.
Yo prefiero no elegir… la verdad es que la situación es para asustarse (¡esto está lleno de cuerdos!)
6 comentarios:
hago medicina pero no pienso hacer psiquiatría. Debería haber mas control sobre los pacientes con estos problemas y no solo por parte de la familia, pues esta claro que eso no funciona. Un saludo
No estoy de acuerdo. Básicamente porque no existe ninguna razón por la que haya que controlar más a una persona con este diagnóstico que a una que no lo tenga. Más control, sin duda implica menos autonomía (factor clave en la recuperación)
Otra cosa son casos particulares (esactamente igual que en la población sana)
Aún asi, no pueden poner delante del tratamiento la autonomía, se debe tomar el tratamiento, no se mucho pero creo que es mas importante que la autonomía en la recuperación. Si necesitamos someter a control a un paciente para que se medique se ha de hacer.
M. parecía una chica normal (sana), empezó a trabajar en Irlanda, primero con una beca de investigación en una universidad hasta doctorarse en farmacia y luego para una compañía-laboratorio, trabajando con anticancerígenos y cobrando un pastón por las patentes de sus avances y descubrimientos. De repente se empezó a sentir perseguida y comenzó a tener alucinaciones en las que la insultaban. Dice que entraron a su apartamento y se lo revolvieron, no se sabe si fue verdad o fue ella misma, porque tuvo que ser ingresada con una esquizofrenia paranoide por la que se está medicando desde hace siete u ocho años.
Volvió a España y ha empezado a trabajar de nuevo hace unos meses. Su expresión es intranquila, no quiere relacionarse, incluso con su familia cuando comen reunidos, fuma compulsivamente: la energía que desprende, desde luego, no es de calma.
M. es un caso cercano que conozco, el único de esquizo, es muy triste. Incluso la temo un poco, no sé qué sería capaz de hacer en defensa propia, puesto que se cree perseguida.
Dr. Revan - hay muchos factores que intervienen en la aparición de brotes, y la toma o no de medicación no es la que más. Por ejemplo la Expresión de Emociones por parte de los "otros significativos", normalmente la familia, se puede predecir con bastante exactitud un brote en una persona diagnosticada de esquizofrenia mediante el análisis analizando la expresión de emociones de sus familiares (como la hostilidad o la sobreimplicación emocional, independientemente de que esté tomando la mediación correctamente o no. Sin embargo lo que se ha planteado a partir del caso mencionado no tiene que ver con medidas en este sentido, que se han demostrado más efectivas, las propuestas tienen que ver con encerrarlos o medicarlos en contra de su voluntad. Otra de las cosas que correlaciona con recuperación es precisamente, mantener la autonomía (empleo, red social etc…) tampoco las medidas propuestas tienen que ver con esto.
La expresión que has utilizado “SOMETER a control” es muy significativa, y afortunada o desgraciadamente va en contra del consentimiento informado, a partir del que se renuncia a una medicina paternalista llegar a una situación en que las personas tienen la última palabra sobre su propia salud.
En este país las personas pueden consumir las substancias que deseen, legales o ilegales (muchas de ellas si que se pueden relacionar con conductas agresivas y delictivas, tanto las legales como las ilegales) y a nadie se le ocurre encerrarlas.
Tesa – cierto, una enfermedad terrible. Que haya vuelto a trabajar es una gran noticia. De cualquier manera, ten en cuenta de que en casos como el de M. las personas que estamos a su alrededor tendemos a interpretar sus conductas (y lo que no son conductas, como su energía) en función de su etiqueta diagnóstica. Esta etiqueta marca un contexto en el que cualquier conducta puede catalogarse como extraña. A M. le han dicho que tenía una enfermedad incurable (no necesariamente tiene que ser así), ha estado 8 años tomando un tratamiento que le afecta en muchas áreas de la vida (a su deseo sexual, a su afectividad, a su peso, a su sueño, a su actividad, a su capacidad para articular cuando habla…) además muchas personas la han tratado como a una persona extraña (quizá rechazándola, quizá pretendiendo cuidarla en todo momento). Parece lógico que la energía que desprenda no sea muy positiva. También podemos tener en cuenta, que el comportamiento de M. depende también del tipo de relación que nosotros establecemos con ella (es posible que ella también perciba algo extraño en tu energía, que “huela” que en ocasiones le tienes miedo). La situación de personas como ella es muy jodida, creo que encerrarla o impedirle que trabaje con otras personas, no puede mejorar esta situación.
Un saludo a ambos
¿ Estamos locos o qué?
Nos dicen que tengo 99% de posibilidad de sufrir una agresion por un "cuerdo" y 1% por un enfermo mental, y hablamos de control, control ¿a quien?
La verdad, creo que hay todavía mucha ignorancia, mucha seperchería, es muy triste la voz de los bienpensantes, que abogan por una represion a personas que por desgracia sufren esta enfermedad, si por un minuto pudieran conocer su sufrimiento en "carnes propias" sería diferente ¿verdad sres.?
Carmen
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