8/12/11

SOBRE LA INVENCIÓN DEL POST-IT O LA FABRICACIÓN DE PACIENTES ADHESIVOS


A finales de los sesenta un tal Spencer Silver inventó un pegamento que tenía la excepcional cualidad de que no pegaba, algunos años después un tal Art Fry (quizá llamarse Arte Frito te predispone a cierta creatividad) lejos de culpar de la poca adherencia del producto al papel, pensó que esta cualidad podría tener alguna utilidad e inventó el post-it.


Que estaba yo pensando en esto porque estos días unos colegas se han hecho eco de una noticia que a algunos nos causa pánico hasta el punto de que una amiga ha llegado a considerar la autolisis. Se lo cuento para el que le interese: nos enteramos por la prensa, que el mandamás del servicio de psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal, a la sazón presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, se presenta en rueda de prensa agarradito de la mano de otro señor que es director Desarrollo de Negocio y Relaciones Institucionales de Janssen... bien, pues ahí los dos, uno desarrollando negocio y relacionándose (que es su trabajo) y el otro no (es empleado público y eso estaría muy feo) presentan el último desarrollo “nanotecnológico” de Janssen para el tratamiento de la esquizofrenia; el Xeplión, un antipsicótico de administración mensual y acción prolongada que dicen, mejora la adherencia y tiene menos efectos secundarios.

En la rueda de prensa este señor aprovechó para retomar un tema con el que algunos llevan algún tiempo asustando: “impulsar una legislación que dé a los jueces la posibilidad de obligar a determinados pacientes graves a someterse al tratamiento ambulatorio” y es que “el problema de muchos pacientes psiquiátricos es que no cumplen adecuadamente con el tratamiento” (el problema del papel es que no se adhiere bien al pegamento) “en el caso concreto de la esquizofrenia, los profesionales estiman que entre el 50 y el 70% de los enfermos no siguen adecuadamente el tratamiento, ya que no siempre toman los fármacos prescritos”. ¡Desde luego! La culpa siempre es del paciente, que no se deja curar, el fármaco poco tiene que ver en la ecuación, a nadie se le ocurre que quizá a algunas personas no les compense - Mire ustezzz, es que la baba obstaculiza ligeramente mi integración social. - Con todos mis respetos, estos 15 quilitos de pura lorza que hora adornan mi cintura me resultan algo desagradables. - No quisiera molestar pero ¿eso del síndrome metabólico... que viene siendo?- Sin acritud, es que he tomado la decisión adulta y consciente de acortar mi esperanza de vida sólamente fumando como un carretero- (siempre negatiffos, nunca positiffos) Pero ahora con el invento éste, la adherencia mejora una barbaridad, y si obligamos por decreto al personal a medicarse, mandamos a la policía local a buscar a las personas a casa y les invitamos amablemente a acompañarnos al centro de salud más cercano para darse un pinchacito de ná, sin duda el tratamiento se convertirá en el tratamiento-loctite superadhesivo por antonomasia. Desde luego siempre pensando en el bien ajeno, si no sabemos lo que es mejor para nosotros, no se preocupen que ya hay expertos que lo saben.

A mí me da un poquito de miedito que el Dr Saiz presente el nuevo medicamento y proponga impulsar el TAI en el mismo acto, al tiempo que me mosquea que en la misma presentación declare que “este medicamento, podría ser uno a los que los pacientes deberían someterse obligatoriamente”, prefiero no malpensar.

Vista la noticia, y tras dar rienda suelta a mi tricotilomanía (vamos, que me tiré de los pelos) fui a mirar que era eso del Xeplión y conocer alguna de la investigación que apoyara la buena nueva tecnológica llenándonos el corazón de júbilo. Uno de los cuatro ensayos que apoyan tan albriciosa noticia es éste, que parece demostrar la superioridad del bicho frente al placebo en el retraso de la recaída. Sé que no lenguajeo bien el psiquiatrés y tengo bastantes problemas de comprensión, pero mi sensación es que nunca un Abstract dijo tan poco. Intento traducir, reconozco mis limitaciones de antemano y admito humildemente correcciones:

Se cogen un montón de "enfermos mentales graves" de buena calidad (en función de la puntuación del PANSS), que ya estuvieran tomando antipsicóticos; no sabemos cuántos, ni cuanto tiempo de tratamiento, ni cuantos y cuales antipsicóticos estaban tomando.  A TODOS se les cambia el tratamiento y se comienza un período de 9 semanas con el palmitato de paliperidona, después se seleccionan SOLO a los pacientes estables, que continuarán con el tratamiento “de mantenimiento” 24 semanas más, después de estas 24 semanas se seleccionan de nuevo SOLO a los que estan estables y se asignan aleatoriamente a continuar con el fármaco o con el placebo durante un tiempo variable (es lo que tiene el tiempo, que es variable, hoy hace un solete que da gusto y mañana caen chuzos de punta) me lo expliquen…creo entender que el tiempo estuvo determinado por el número de eventos de recaída. Después vienen números y porcentajes que vienen diciendo que, considerando la variable “tiempo de recaída” este es mayor para los que toman el palmitato de paliperidona que para los que toman placebo.

 Llámenme quisquilloso, pero estaba yo pensando que un ensayo que comienza sólo con sujetos que han demostrado durante 8 meses que responden al tratamiento, eliminando a los que no... me da que está algo sesgado (no me hagan caso... cosas mías). Y me pregunto cuántas personas se quedaron fuera y cómo les iría a éstas comparando con placebo (insisto, no me hagan mucho caso).

Conclusión (de andar por casa): que si coges a una persona que ha estado varios años tomando una droga, vas por la noche muy escondido y se la cambias por otra droga similar, puede que le vaya bien, pero si después de 8 meses habituándose a esa nueva droga, te acercas de nuevo sigiloso y se la cambias por sacarina... LO VA A NOTAR da igual que silves, el tío se da cuenta... fijo.

Aplastante, sin duda, aplastante. Pues eso, sigamos esforzándonos en cambiar la composición del papel, hasta que el pegamento pegue. Otra reflexión: entre indignados, manifestantes cabreados, profesores cabreados, sanitarios cabreados, funcionarios de prisiones cabreados y locos que no se quieren curar (mirapordonde) las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no van a dar a basto.

6 comentarios:

Eloy dijo...

Ahora ya lo entiendo... entonces cuando el paciente decimos que está bien `impregnadito´(meu probe) es que va a pegar bien (removido, no agitado, que como se agite le tendremos que `contener´) y que se va a adherir estupendamente a lo que le propongamos (los hilillos de saliva, coadyuvarán, convenientemente. LO dicho, todo comprendido.

Jony Benitez dijo...

genial.
la pantalla chorrea acido clorihdrico....as usual ....por cierto podriamos copypastarte al nuevo blog de la otra psiquiatria. lo acabamos de empezar justo a raiz de esto que relatas. estamos haciendo mala sangre pero entre muchos.

saludos

Antonio Olives dijo...

Benvido Eloy... sEfectivamente Eloy, coadyuvan, coadyuvan.

Gracias Jony, copypasta lo que quieras, un placer... a ver cómo encaja un psicólogo en la otra psiquiatría.¿?¿?

Osel González dijo...

Hola, a ver, le cuento un poco cómo he llegado a tu blog: resulta que tengo un tío alcohólico de (prácticamente)cuna; mi abuelo también lo era y otro tío que tenía, hermano de aquél, también murió a causa del alcohol. Pues bien, hace justamente ahora una semana,(vaya usted a saber por qué) le han inyectado Xeplión, un inyección que según el psiquiatra que lleva su medicación, le iba a creer tal aversión hacia el alcohol que dejaría de tomar de por vida. Pues bien, mi tío está en el hopital, la inyección, que dicho sea de paso, ¡cuesta 500 Euracos!, le ha dejado cao; no se levanta de la cama, no mantiene la mirada fija, no puede apenas hablar ni puede levantar los brazos. ¿Estaremos ante la inyección perfecta?; me temo que sí, pues no sólo genera mucho beneficio a la empresa que la distribuye sino que además acaba con el alcoholismo... ya se sabe que matando al perro, se acabó la rabia...

auluine dijo...

Yo creo que los psicólogos y los psiquiatras podrían tener hojas de reclamaciones, libro de reclamaciones. No sé si tienen, pero creo que no. Molaría que ante una terapia que no funciona, pudieras dejar tu testimonio en el libro de reclamaciones. Sería una forma de aumentar la responsabilidad, autoconciencia, autonomía y madurez social en un entorno de libre responsabilización inter racial e inter profesional, entendida la diversidad y huyendo del reduccionismo identitario que sostiene un fundamentalismo basado en la asimilación de la acción versus la situación del simple no hacer.

Anónimo dijo...

Hay hojas de reclamaciones ,las tengo y se compran en consumo ,solo que no lo saben los PACIENTES.