Un homenaje a aquellos que piensan con el culo, o con las cartucheras que quedan más cerca de cartera. Éste es el resumen de este artículo que fue publicado en el Boston Globe la semana pasada. En él, una tal Paula J. Kaplan, psicóloga e investigadora de la Universidad de Harvard (casi na) pone en duda que los Estados Unidos sean el país más gordo del planeta únicamente porque es la madre patria de Ronald McDonalds. Expone datos interesantes; como el hecho de que el peso medio de los adultos americanos incrementó desde 1960 en 25 libras al tiempo que la prescripción de psicofármacos entre 1996 y 2006, se incrementó en un 73%, luego nos cuenta algunas cositas acerca de cómo los señores farmos se empeñaron en ocultar algunos efectos secundarios de sus píldoras, como los relacionados con la ganancia de peso.
Finalmente, y cerrando el círculo, la amiga Paula nos cuenta que en la elaboración del esperado best-seller DSMV previsto para el 2013, está previsto que incluya en su catálogo de trastornos mentales a la obesidad. Estoy deseando conocer los argumentos, me pregunto si la ingestión masiva de bollicaos tendrá que ver con los circuitos dopaminérgicos (que tendrá) o con la angustia primaria (que también).
A aquello de, “no estoy gordo, es que soy de hueso ancho”, “en realidad retengo líquidos” , podremos añadir “es que como para llenar mi vacío existencial”. De cualquier manera no creo que esto le facilite las cosas a nadie. Sólo queda la esperanza de que, como es natural, los endocrinos y nutricionistas suelten a los perros para proteger su finca.
Que estaba pensando yo, que a lo mejor el estreñimiento podría tener que ver con la ausencia del padre… pero esto, en el próximo capítulo.
Finalmente, y cerrando el círculo, la amiga Paula nos cuenta que en la elaboración del esperado best-seller DSMV previsto para el 2013, está previsto que incluya en su catálogo de trastornos mentales a la obesidad. Estoy deseando conocer los argumentos, me pregunto si la ingestión masiva de bollicaos tendrá que ver con los circuitos dopaminérgicos (que tendrá) o con la angustia primaria (que también).
A aquello de, “no estoy gordo, es que soy de hueso ancho”, “en realidad retengo líquidos” , podremos añadir “es que como para llenar mi vacío existencial”. De cualquier manera no creo que esto le facilite las cosas a nadie. Sólo queda la esperanza de que, como es natural, los endocrinos y nutricionistas suelten a los perros para proteger su finca.
Que estaba pensando yo, que a lo mejor el estreñimiento podría tener que ver con la ausencia del padre… pero esto, en el próximo capítulo.
1 comentario:
Increible!! Ya no saben que inventar!
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