13/10/08

BUENA MUERTE

¿Sabían ustedes que no todas las personas que seria y meditadamente deciden suicidarse, están deprimidas? Así como se lo cuento. Sin embargo para las personas que hicieron el estudio que iluminará estas líneas lo que les preocupa es que algunas personas que, seria y meditadamente, deciden acabar con su vida “sí” estén deprimidas.

Pos eso, un grupo de investigadores con gafas de pasta y bata blanca de investigar constituido por la Linda, la Elísabez y el Estiven, acaban de publicar un artículo sobre la prevalencia de depresión y ansiedad en las personas que solicitan eutanasia. Cogieron a un grupo de personas del estado de Oregón, que padecían enfermedades terminales (la mayoría de ellos cáncer o Esclerosis Lateral Amiotrófica) y se dedicaron a estudiar su estado emocional. La conclusión del estudio es que, aunque la mayoría de las personas que solicitan ayuda para morir no padecen depresión o ansiedad, sí que hay algunos casos en los que “la práctica de la eutanasia puede fallar en la protección de algunos pacientes cuya decisión pueda estar influida por la depresión”.

Este estudio se hizo sobre una muestra sobre 58 sujetos, de los que a 18 finalmente se les prescribió una dosis letal de fármacos. De estas dieciocho personas, tres (¡sólo tres!) cumplían los criterios para el diagnóstico de depresión clínica. Sin embargo a estos señores les preocupa que a las autoridades médicas se les hayan colado estos tres, ya que la ley aprobada en Oregón, permite la administración de eutanasia siempre que no concurra enfermedad mental que pueda afectar a su decisión.

Esta preocupación deriva de una curiosa visión cada vez más común y parece que opuesta al sentido común, y es que, lo que los señores listos han llamado “depresión”, tiene entidad propia, realmente existe… es algo… ¿una cosa?, que existe por sí misma independiente de los acontecimientos vitales. Esta idea, en lugar de llevarlos a sorprenderse de que haya personas “no deprimidas” que deseen morirse, les lleva a preocuparse de que haya personas deprimidas (es decir con verdadero sufrimiento emocional) que estén recibiendo apoyo para morir. ¿Cuál es la propuesta? –Sr. D.Perjudicado, me temo que hemos tenido que denegar su petición por que está usted muy triste, así que le someteremos a un tratamiento y cuando recupere usted la felicidad, ya podremos suicidarlo a gusto-.

Debe ser por cierta tendencia a ir contracorriente, que a mí, quien realmente me preocupa son aquellas personas que, no estando deprimidas quieren morirse. Esto me lleva a preguntarme ¿cuál puede ser el razonamiento de una persona que sufra una enfermedad en estado terminal que hace que decida morirse?, seguro que se les ocurren a ustedes cienes y cienes de respuestas, a mí se me vienen algunas a la cabeza:

-La vida es una mierda, paren esto, que yo me bajo (esto agruparía a los tres que cumplían criterios).
-Ya que me voy a morir, prefiero decidir cuándo y cómo.
-Esto duele un güevo, seguro que muerto no me duele.
-Estoy siendo una carga para las personas que me rodean, si me quito de en medio podrán seguir tranquilamente con sus vidas.

De la primera declaración se desprende un verdadero deseo de morir, de la segunda se desprende un verdadero deseo de poder elegir el modo de morirse, sin embargo de la tercera y cuarta declaraciones no se desprende un verdadero deseo de terminar con todo, una solución al dolor físico y un acto de generosidad. Pienso, que si hay personas a las que debemos buscarle otras posibilidades de solución son a estos dos últimos ¿podemos ofrecer medios de analgesia que permitan conservar cierta calidad de vida? ¿podemos ofrecer medios de apoyo para que estas personas no tengan que depender de familiares y personas cercanas en su vida cotidiana?

Resulta especialmente significativo que la persona a la que denominaron “Paciente A” se negó a completar la Escala de Desesperanza de Beck porque, tenía un “problema con el concepto de esperanza”. Que traducido al Román Palatino significa -Señores me muero de cáncer ¿están de cachondeo?

Para ver más pasarse por aquí y por aquí

2 comentarios:

PMM dijo...

Pues a mi también me llama la atención que gente que no está deprimida quiera morirse, quizás porque soy un poco espíritu de la contradicción.
Gracias por pasarte por mi blog.

Paz Zeltia dijo...

pues si además de tener una enfermedad terminal, dolor, tienes además una depresión -cosa comprensible, no?- y precisamente por eso, por estar más jodido, encima no te ayuden a morir