26/9/08

LA SITUACIÓN ES DESESPERADA, PERO NO SERIA


El próximo jueves 2 de octubre, tendrá lugar en el Harvard's Sanders Theatre, uno de los eventos más importantes para la ciencia. Cualquier científico que se precie sueña con colocar en las estanterías de su despacho la estatuilla pollo-huevo que les acredita como merecedores del premio Ig Nobel.

Este premio es una parodia de los premios Nobel que entrega la revista cachondo-científico-divulgativa Annals of Improbable Research, que premia a las investigaciones que, según su propio eslogan “hacen a la gente reír y luego pensar”.

La primera entrega de estos premios fue en el año 1991, pero hubo que esperar hasta el año 1993 para que se entregara el primer Ig Nobel de Psicología: John Mack, (Harvard Medical School) y David Jacobs (Temple University) escribieron un libro titulado algo así como “La vida secreta: los documentos sobre abducciones de OVNIS de primera mano” y se les entregó "por su impresionante resultado de que la gente que cree haber sido secuestrada por los extraterrestres, probablemente lo fue, y especialmente por su importante conclusión: el motivo de las abducciones es la producción de niños”

En la siguiente edición (1994) el Ig Nobel de Psicología fue entregado al Primer Ministro de Singapur Lee Kuan Yew "Por su estudio de 30 años acerca de los efectos del castigo a tres millones de ciudadanos de Singapur siempre que escupían, mascaban chicle o daban de comer a las palomas"

En 1995 este galardón fue concedido Shigeru Watanabe, Junko Sakamoto y Masumi Wakita, de la Universidad de Keio por el estudio publicado en la revista “Journal of the Experimental Analysis of Behavior” con el título “Discriminación de pinturas de Monet y Piccaso por parte de palomas”, con gran repercusión en el mundo del artisteo, estos señores fueron capaces de entrenar palomas con esta habilidad.

Para que volviera a premiarse a otro psicólogo, tuvimos que esperar hasta el año 1998, en que la Dra. Mara Sidoli de Washington DC, recibió el Ig Nobel, aunque esta vez de literatura, por el artículo publicado en el “Journal of Analytical Psychology” que se traduce algo así como “Pedarse (o pederse, según la región) como defensa ante los miedos inexplicables”, en él, esta psicoanalista jungiana explica el caso de Peter, que tras su compleja infancia, desarrolló la estrategia de utilizar su propio olor corporal y sus propias flatulencia “para envolverse en una nube de familiaridad contra el temor de desintegrarse y mantener su personalidad unida” (difícil de superar).

En el año 2000 fueron premiados David Dunning de la Universidad Cornell y Justin Kreuger de la Universidad de Illinois, por su modesto informe: "Son unos inútiles y lo peor es que no lo saben: de cómo la dificultad en reconocer la propia incompetencia puede inflar la autovaloración" Publicada en “Journal of Personality and Social Psychology” que dio lugar a lo que se conoce como el efecto de Dunning-Kreuger según el cual las personas con escaso conocimiento tienden sistemáticamente a pensar que saben mucho más de lo que saben y a considerarse más inteligentes que otras personas más preparadas. Este efecto se basa en dos puntos fundamentales; por un lado los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades y por otro son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades en los demás. Este efecto debe dejar a muchas personas intranquilas: la pregunta es compleja ¿soy una persona competente? Si la respuesta es no… malo, si es sí ¿¿??, esto nos lleva a una segunda pregunta ¿cómo puedo saber si soy competente? Una buena respuesta es aquella máxima de Les Luthiers que versaba algo así como “los expertos indican que uno de cada cinco individuos padecen alguna deficiencia psíquica, si estás con cuatro amigos y no notas nada raro…”

En el año 2001 el gato al agua se lo llevó Lawrence W. Sherman, de la Universidad de Miami, Ohio, por su informe "Un estudio ecológico del regocijo en pequeños grupos de niños preescolares”

En el 2003 el premio Ig Nobel de Psicología fue para Gian Vittorio Caprara y Claudio Barbaranelli de la Universidad de Roma y Philip Zimbardo de la Universidad de Stanford , por su artículo publicado en Nature en el año 1997 “Los políticos, únicamente personalidades simples”.

En el año 2004 los premiados fueron Daniel Simons de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y Christopher Chabris de la Universidad Harvard, por un estudio sobre la atención “Gorilas entre nosotros” en el que muestran como las personas que centran su atención en un partido de baloncesto dejan de percibir otras cosas del entorno... tales como un hombre que entra repentinamente golpeándose el pecho y disfrazado de gorila.

Otro psicólogo fue premiado con el Ig Nobel de literatura en el año 2006, en este caso fue Daniel Oppenheimer de Princeton por su estudio publicado en Psicología Cognitiva Aplicada “Consecuencias de la erudición vernácula utilizada independientemente de la necesidad: Problemas con el uso de palabras largas innecesariamente” (creo que está preparando otro sobre las consecuencias de levantar el meñique cuando tomas el té)

El último premio entregado a profesionales de la psicología fue en la pasada edición, en la que el colombiano colombiano Juan Manuel Toro y los españoles Josep Trobalon y Núria Sebastián Gallés, de la Universidad de Barcelona que recibieron el Ig Nobel de lingüística “por demostrar que las ratas a veces no distinguen entre el japonés y el holandés cuando las personas hablan al revés”

Por mi parte, estoy expectante por conocer los premiados de este año.

1 comentario:

Druid dijo...

Me quedo con el de las ratas.

Yo creo que deberian hacer el estudio de porque muchos niños cuando los padres le repiten 10 veces "no toques ahi, ven pa-qui" todo ello en tono monocorde, como pre-grabado, ellos no hacen ni puñetero caso.

Cuando más hablandole en japones y del reves.

ahis.