29/5/07

EL PACIENTE NO SE ADHIERE AL TRATAMIENTO: "BE WATER MY FRIEND"




Algunos, ya entrados en los 30, pertenecimos a una generación de “frikis” seguidores de Bruce Lee, que convivimos con los primeros apasionados por Star Wars (aunque el Sr. Lee murió en el 73, sus películas todavía eran difíciles de encontrar en mi ciudad, especialmente para aquellos que apostamos por el Betamax). Había casos extremos de frikismo en los que se mezclaba la sintomatología (terrible: Bruce Lee Vs Chewaka... esto se sale del manual).



El caso es que además de ser un chino que repartía castañas a diestro y siniestro pegando agudos chillidos, creo que Bruce Lee tuvo un papel importante en el hecho de que muchos occidentales nos asomáramos, aunque fuera de forma superficial, a la cultura oriental, mostrándonos una filosofía flexible, relativista , y que valora la globalidad frente a la visión occidental de ese momento; rígida, positivista y polarizada. A muchos no resultó fascinante.



Años después cuando esos frikis venidos a menos (¡cobardes! Los de las galaxias crecieron y se multiplicaron), nos considerábamos todavía “el guardián de la puerta” del conocimiento del Maestro Lee; va un tipo…y hace un anuncio. Ahora ya todos sabemos que tenemos que ser agua, que el agua es fuerte por que puede romper rocas, pero al mismo tiempo puede pasar por cualquier pequeña rendija, convirtiéndose en el recipiente que lo contiene, sea cual sea su forma: ¡Es potente ser blando, amoldable y flexible!



A pesar de que es algo ya todos conocemos (por alguna razón “rígido” ya suena feo), muchos profesionales de la salud mental seguimos empeñados en construir llaves maestras que curen a todos los que sufren. Y lo peor de todo ¡las encontramos!. Los manuales están llenos de recetas perfectas para cualquier tipo de problema que se presente. Lo malo, es que existiendo tratamientos de una gran efectividad, la gente no nos hace caso y se empeña en seguir enferma ¿…?


Evidentemente, cuando el “paciente” no se toma la pastilla, no realiza la tarea que le proponemos o sigue empeñado en pensar de modo distorsionado, la culpa no será de terapeuta o de su terapia, la culpa será del “paciente” por que “no se adhiere al tratamiento”.



Así nos encontramos con el, en muchos casos falaz, juego de la interpretación de resultados en investigación. De manera que nos encontramos con tratamientos con una efectividad muy próxima al 100% “siempre y cuando el paciente se adhiera al tratamiento” (yo propongo el tratamiento perfecto contra el tabaquismo: “deje usted de fumar”, en la medida en que siga usted mi instrucción acabará con su adicción. Efectividad 100% “siempre y cuando el paciente se adhiera al tratamiento”).



Reclamo para el terapeuta, una buena parte de la responsabilidad sobre los resultados de su terapia, especialmente, responsabilidad sobre el fracaso. En el mundo hay muchas personas que llevan años intentando solucionar sus problemas acudiendo a un terapeuta y preguntándose que es lo que “ellos” están haciendo mal (no se adhieren al tratamiento, pero llevan un tratamiento permanentemente adherido).



Busquemos la forma de que los tratamientos se ajusten a las personas que los solicitan, ya que las personas insisten en no ajustarse a los tratamientos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Antonio!

Ante todo felicitarte por uno de esos blogs tan difíciles de encontrar (quizás por mi falta de perícia o de tiempo), que reflexionan sobre psicología de una manera muy accesible a los demás, con contenidos originales ajenos al "copypaste" y planteamientos entretenidos y diáfanos.La verdad es que este seguidor de Bruce Lee se ha divertido con tu reflexión, muy cierta por otro lado.

Te agradezco tu visita también al Clan del Oso Blanco, en el que en breve aparecerá (si tu no tienes inconveniente) tu link para ir leyéndote con frecuencia.

Un saludo!

Antonio Olives dijo...

Muchas gracias, yo ya estoy colocando tu link

betdeivis dijo...

Oh sorpresa!, alguien que se dedica a la psicología y que no le echa la culpa al paciente!!
CUANDO yo era joven y tenía agorafobia, leía por ahí que si iba a un psicoterapeuta me curaría. Trabaje´mucho para conseguir un empleo que me permitiera "pagar" un terapeuta. Para cuando pude pagarme uno (lo que pasa al no saber más) me fui a uno cualquiera, que sabía yo que había psicoanalistas, conductistas, etc. etc.
Voy toda ilusionada con mis problemas a cuestas y encuentro una señora que aparte de hola, y alargarme clinex continuamente su único movimiento consistía en estirar la mano para recoger el precio de la consulta una vez a la semana. A los seis meses la dejé harta de llorar sola, porque eso ya lo hacía en mi casa. De gratis!. Después, años más tarde, fui a una psicóloga clínica, todos los "ejercicios" que me ponía y a los había leído yo en los libros de autoayuda. (si, esos con los que muchos de vuestros colegas se sacan unos extras). Nada.
Los años pasan y claro una se va complicando más la vida, se mete en atascos de los que no sabe como salir. vuelvo a otra psicóloga: esta ya era para reirse, siempre me decia: "vamos muy bien", y yo pensaba: "si, a tí te va genial"... era como si me tratara como a una niña chica, tontita del culo. Todo lo que me decía ya me lo sabía.
Hace un año (tiene que pasar algun tiempo para que vuelva a recuperar un poco de fe) volví a otra: una mujer muy agradable, con la que me llevaba muy bien, y a punto estuve de decirle que por qué no nos dejábamos de tontería sy nos íbamos al cine un dia de éstos, porque era evidente qu eno estaba haciendo nada por mí. Me lo reconoció y me pasó a otra colega. Una argentina de sonrisa franca quee se tornó en altivez cuando vió que yo "no me adhería al tratamiento".
comprendo que soy "revenía" como dicen los andaluces, y que debe ser dificil tratar a alguien que se cree de vuelta de todo, y que se dice "ahí ya estuve", pero si todavía vuelve a recaer en las salas de espera donde pone "psicólogo" es porque, evidentemente, conserva un atisbo de esperanza.
Al leer este post tuyo pienso que, quizá, no he dado todavía con el terapeuta adecuado.
Gracias. Y perdona el rollazo

Antonio Olives dijo...

Hola betdeivis,

Haz todo lo posible por conservar esa esperanza, porque es el primer paso hacia tu recuperación. En segundo lugar, lamento tu mala suerte en la búsqueda de terapeuta, aunque es un arte complejo, hay muchos compañeros muy válidos, y muchos que te podrán colaborar contigo.

Por último, tu tienes una información valiosísima para tu próximo terapeuta (el definitivo), y es que sabes lo que no funciona, espero que él sepa aprovechar esa joya de información, que entre otras cosas te hará ahorrar a ti sesiones intentando cosas que ya has intentado.

y… romper una lanza por los compañeros que se dan cuenta de que no pueden hacer más por algún cliente y los derivan, esa probablemente sea una de las intervenciones más importantes en la profesión.