28/9/07

EL SANTO TORNILLO

¿Cómo el contexto puede hacernos descender de la santidad o la más elevada iluminación a la mera locura? Lo lamento pero a menos que los interesados hagan algo para evitarlo, el misticismo se ha muerto. Los que siguen la iluminación, la santidad o el autoconocimiento, corren serio peligro de alcanzarla, y en ese caso, de acabar en una habitación acolchada con una camisa de esas que atan las mangas a la espalda.

Estos días se está desarrollando en Santiago de Compostela el XI Congreso Nacional de Psiquiatría, en este congreso y en la mesa redonda titulada El Camino de Santiago: Un vivero de sinrazones peregrinas”, se presentó un trabajo de investigación sobre lo que los autores han denominado “Síndrome del Peregrino”. Según cuentan, el misticismo que rodea al Camino, unido al cansancio pueden precipitar brotes psicóticos, sólo en el Complejo Asistencial de Burgos se han contabilizado 34 casos. Además parece que no es un hecho aislado relacionado únicamente con el Camino, el Dr. Yair Bar-El ha identificado el “síndrome de Jerusalén” contabilizando más de 400 casos y en otros lugares del mundo se dan también fenómenos similares, como el síndrome de Florencia (aunque en este caso se cambia el “fervor religioso” por un “éxtasis artístico”)

Sólo una reflexión, no me posiciono pero insito, reflexionemos; me he parado a pensar qué pasaría si algunos personajes históricos que suponen una guía para muchas personas hubieran nacido en este momento de la historia en el que imperan la visión de lo “normal” y lo “racional”. Me pregunto si Santa Teresa de Jesús era santa o esquizofrénica, si Siddhārtha Gautama era un iluminado o sólo padecía un trastorno delirante o si los chamanes centroamericanos podían hablar con los espíritus o en realidad eran unos “colgaos” politoxicómanos.

Desde siempre personas consideradas “sabias” en su entorno, han utilizado diferentes procedimientos de modo intencionado para alcanzar estados alterados de conciencia, o estados de percepción alterada base de su sabiduría y además de su prestigio. La deprivación y la mortificación para los ascetas, el ayuno para los cristianos, la repetición de mantras para los hindúes o la utilización de substancias psicotrópicas para los nativos centroamericanos, tienen como objeto obtener una visión de la realidad distinta, desapegada del mundo físico y de mayor trascendencia. Esta visión separada de lo tangible, puede ser reinterpretada en términos de síntomas, si se manifiestan en un contexto de atención sanitaria.

La diferencia entre una aparición y una alucinación, entre la iluminación y el delirio o la diferencia entre una planta mágica y una droga alucinógena viene determinado únicamente por el contexto físico, político, cultural o religioso… Entiendo que actualmente hay una tendencia a la patologización de aquello que se desvíe de la norma (en el sentido de lo habitual o lo corriente). Cuidemos la salud, estemos atentos a los indicios de enfermedad pero, pensemos también que “lo excepcional” también se desvía de la norma, no nos privemos de lo excepcional.

12 comentarios:

paideleo dijo...

Graciñas polos parabéns para o Leo.
Que susto levei !. Crin que este blogo era para vender algo.
Un saúdo e graciñas pola visita e o comentario.

intoku dijo...

Vaya, así que brotes psicóticos... digo yo que habrá que tener una predisposición de base no?

Antonio Olives dijo...

paideleo: si que vendo, procuro vender tornillos.
intoku: en el trabajo resume que personas con antecedentes de problemas psicológicos, que intentan buscar "algo" en el camino, tienen más tendencia a sufrir estos brotes. Sólo pretendo introducir algo de relativismo. Raskolnikov, protagonista de crimen y castigo dice en algún momento de la obra (no recuerdo la cita exacta) que "sólo los locos ven a los muertos, a lo mejor hay que estar loco para poder verlos".

vermella dijo...

El día que leí en la prensa lo del "síndrome del camino "no sé porque lo asocié con la "Santa compaña" y recordé a mi abuela que decía:uno ve lo que le interesa y lo que necesita ver............
gracias por visitarme y saludos.

Son Unha Xoaniña dijo...

Eu tamén o lin na prensa.
Estou por ir ao médico porque paréceme que teño un síndrome tamén. Cada vez que collo o periódico no bar onde tomo o cafeciño e empezo a ler os titulares, éntrame a risa e non podo parar ata que o deixo.
Antes pasábame de vez en cando pero agora e coller o periódico e xa... ha ser un brote sicótico, terei que deixar de ler a prensa non vaia ser....
saudiños.

Antonio Olives dijo...

Vermella: es cierto, a veces vemos lo que necesitamos ver.

Rifo i de zeuquirne: tranquilo, sabes que xa hai moito escrito sobre as propiedades terapéuticas da risa,se ves que algún día non te atopas demasiado ben, ocúrrenseme un par de diarios que creo que multiplicarán o efecto risoterapéutico.

Graciñas aos dous pola voas colaboración, un saúdo

Mrs. Knook dijo...

Tienes razón, estamos un poco emparanoiados hoy en día con lo que se sale de la norma, ya no tenemos paciencia para nada.
Saludos.

Anónimo dijo...

Pues yo te agradezco esa frase final.
Es que, como yo creo que empezando por Santa Teresa que la tenemos más cerca, a todos se les había ido la olla (sin dejar de pensar por eso que fuesen personas excepcionales y fuera de lo corriente). Y ya estoy harta de verlo todo tan racional. Necesito un poco de "magia".

rosa enriquez dijo...

Que si, que Santa Teresa tomou setas desas e viu a Dios e con el folgou ata non poder máis... Tremendo o que contas¡ Seguro que o que din é certo e existen eses síndromes pero... non sei non estaremos estendendo o síndrome de "todos temos un brote e debemos porlle nome"... A nomenclatura é tan longa¡ Se miras nun diccionario de Psiquiatría hai unha chea de enfermidades¡ Se unha as le con atención axiña pensará que padece unha delas.

Antonio Olives dijo...

Comentarios muy acertados, Mrs knook y Zeltia, a mi modo de entender.

Rosa: estou totalmente dacordo contigo, eses diccionarios dos que falas teñen un nome DMS-IV e CIE-10. E poden ter a súa utilidade, quizá para a comunicación entre profesionais, pero son da opinión de que en ocasións fan dano. Son da opinión de que a xente non enferma, senon que responde de maneira normal a situacións extraordinarias. E tamén penso que é probable que algunhas personas que van buscando unha resposta no camiño quizá o atopen dese modo. Non quero restarlle importancia, pero creo que estas cousas hai que collelas moito con pinzas. Probablemente, a mellor forma de atopar algo é buscala insistentemente, aínda que non exista.

A lareira de Santiso dijo...

Eu debo ter o síndrome de ter os síndromes todos

Tere Vilas dijo...

Asi que de Santiago, ¿eh?

:)

De lo que debes tener la culpa es de poner un granito de arena para cambiar las cosas. ;)

A decir verdad, es algo que debemos tener todos.

^^